martes, 31 de marzo de 2009

Reseña " Metáforas de la vida cotidiana" y ejercicios de metáforas. Cristina Martín Prados

Las metáforas, por su función emotiva y embellecedora del lenguaje, eran materia de la Literatura y a los críticos literarios les correspondía su estudio. Varios de ellos hicieron un estudio intensivo de la metáfora, hasta que Lakoff y Johnson publicaron en 1980 este libro titulado “Metáforas sobre la vida cotidiana”, estos autores estudiaron las metáforas de una forma totalmente distinta a los anteriores. Con su libro, intentaron demostrar que el lenguaje es mucho más metafórico de lo que nos pensamos y muchas metáforas habituales se generan desde nuestra propia experiencia y nuestra propia forma de pensar.

Las metáforas fosilizadas funcionan como señales de tráfico para nuestros pensamientos y, usualmente, seguimos sus indicaciones sin poner en tela de juicio su autoridad.
A veces ponemos en la balanza dos términos que no son comparables, pero como la metáfora nos sirve, allí que ponemos en un plato el tocino y en otro la velocidad. Este modo de decir no deja de ser una comparación utilitaria, el tiempo pasa a ser, sin más razonamientos, un valor económico y empezamos a medirlo así, calculamos el tiempo. No pasa nada, siempre y cuando, ese modo de decir no desdibuje otros modos de valorar el tiempo, de pensarlo.

Wittgenstein decía que existe un isomorfismo entre la representación y lo que esta representa. Lakoff y Johnson , por su parte, desarrollan la teoría de la representación Wittgenstiana y sostienen que los procesos del pensamiento humano son en gran medida metafóricos.

Es cierto que entre la metáfora y aquello que ésta explica se da un isomorfismo (esa es ciertamente la naturaleza de la metáfora), pero no es eso lo que Lakoff y Johnson quieren destacar; ha de entenderse, además de lo anterior, que nuestros conceptos “se estructuran metafóricamente, la actividad se estructura metafóricamente y, en consecuencia, el lenguaje se estructura metafóricamente”(1980,42).
En otras palabras: “La metáfora no está meramente en las palabras que usamos, está en nuestros mismos conceptos” (1980,42), En definitiva: concebimos las cosas de manera metafórica.
Lakoff y Johnson desentrañan los aspectos de la sistematicidad de las metáforas y van hasta sus últimas consecuencias, para pasar después a clasificar los tipos de metáforas con los que nos podemos encontrar. Una de las consecuencias bonitas de la sistematicidad es que perdemos de vista otros aspectos al centrar nuestra atención en unos concretos. En el caso de la discusión y la guerra, no somos conscientes de que nuestro «adversario» nos está dedicando su tiempo mientras se esfuerza por que nos entendamos, entre otras muchas cosas que dejamos de lado.
De la metáfora pasan a la metonimia como su otra cara: entidades que se refieren a otras con las que están relacionadas. El tratamiento de las aparentes contradicciones que pudieran presentar estas teorías debe de suponer una buena fuente de información para los escépticos.



Ejercicios sobre las metáforas.

3 metáforas del mundo del ordenador:
- La primera lección de lengua la tengo ya en mi disco duro.
- La mente es un ordenador.
- Formatear la cabeza.

3 metáforas del mundo del automóvil:
- Vivimos acelerados.
- Aparcar las ideas.
- Frenar un proyecto.

3 metonimias del mundo de la guerra:
- Jurar lealtad a la bandera. (bandera por país)
- Las proas vinieron al país para ayudarle en la guerra. (proas por navíos)
- El cañón es una máquina de guerra. (cañón para designar a toda una máquina)

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